EL VALOR DE LA PACIENCIA

Me encuentro en un lugar donde todo me permite darme cuenta que cada ser humano, cada actividad, cada proceso y hasta los propios animales llevan un tiempo para respirar, caminar, hacer alguna actividad, pues todo lleva un ritmo y una pausa que durante la realización para hacer una actividad y pasar a otra inmediatamente se llama PACIENCIA.

Quiero describir a la paciencia como un valor que nos caracteriza como personas y como un buen ser humano, ya que este valor significa tolerar, comprender, padecer y soportar los contratiempos y las advertencias con fortaleza y sin lamentos. Uno empieza a aprender a actuar acorde a cada circunstancia, moderando así las palabras y las conductas en esos momentos de estrés, angustia, desesperación y prisa.

Considero que en la actualidad no todas las personas tenemos dicha virtud humana, pues los constantes problemas, infelicidad, estrés, insatisfacción, entre otros factores más nos hacen impacientes. Esto es más que nada porque nuestras vidas se desarrollan a un ritmo acelerado.

Ay algo muy curiosos relacionado con todo el estrés que vivimos cada día, pareciera que todo en el aspecto personal y profesional tiene que ser para ya. Por lo tanto esto nos provoca ser menos amable hacia los demás.

Todos hoy por hoy estamos inmersos en una época denominada ¨Prisa¨ y por eso ojo aquí debemos hacer una evaluación sobre la importancia de practicar el valor de la paciencia, pues de lo contrario no disfrutaríamos de esta maravillosa carrera que se llama vida, ya que de lo contrario nos la pasaríamos más tiempo enojados, sin disfrutar y sobre todo perderíamos toda armonía en lo que hacemos o esperamos obtener.

Esto es muy importante pues la paciencia es un rasgo de carácter, que nos permite educar a nuestros hijos sin gritos y aceptar a los compañeros de trabajo sin deprimirnos, entre otros beneficios más que nos permitan vivir en equilibrio y felicidad.

Mis queridos seguidores paciencia es la cualidad de tolerar o soportar dolor o dificultades sin quejas.
Para todos aquellos que esperamos ansiosos cierto objetivo, meta o cualquier otro fin. Es indispensable ser pacientes ante la llegada de dicha acción, sin permitir que el obstáculo llamado impaciencia lo derrumbe todo.

Es hacer también actividades o compromisos por voluntad propia de manera paciente y así será más agradable.
Ser paciente nos ayudará a moderar los excesos de tristeza y a esperar con calma el bien deseado.
Sé paciente en momentos lentos.
Practica la paciencia como una perseverancia así como practicar este valor como actividad correcta en el momento correcto.

¨La paciencia no es la capacidad de esperar, si no la habilidad de mantener una buena actitud mientras esperes¨.